¡Hola! 🚀
Quiero contarte 2 cosas.
Cosa 1.
El domingo estuve de barbacoa y conocí a un chaval.
¿A qué te dedicas?
Soy lutier.
Le hice repetirlo pero me senté a su lado.
Esto promete, pensé.
Total que el chaval de pequeño era el típico niño bueno del colegio.
El que no se mete con nadie y que no habla por no molestar.
Mucha gente piensa que eso es ser bueno.
Sobre todo algunos maestros, que les interesan los alumnos que no dan por saco en clase.
Pero el padre de este chico pensó que le iría mejor si lo espabilaba un poco.
No, no le dio dos guantazos.
Le dio un empujoncito para la vida.
A los 17 años lo mandó a China a aprender a arreglar violines.
¿Random verdad?
No tanto, su familia estaba en el gremio.
Pero aún así. ¿Qué estabas haciendo tú a los 17?
El protagonista de nuestra historia le dedicó 3 años enteritos a arreglar violines en el país de la seda.
¿Y después?
Después viajó y trabajó en Italia, Londres…
Hasta que llegó a Estados Unidos, concretamente a Nueva York donde ha montado su empresa de arreglar violines.
No hay que ser un genio para saber la pasta que se necesita ganar para poder vivir en la ciudad de Wall Street.
Le pregunté también cuántas horas le dedicaba.
Primero me miró sin saber qué responder.
Y es que, para él, ser lutier es su forma de vida.
Es lo que sabe y lo que le apasiona hacer.
Le dedica unas 10 horas o más de lunes a sábado.
¡De lunes a sábados!
¿Y los domingos?
Los domingos pone copas en un bar.
Según él, es su manera de relacionarse allí.
Lleva varios años y tiene una clientela fija con los que conversa mientras les sirve.
Le pregunto si necesita ese segundo trabajo y me dice que no.
Que le gusta y no quiere dejarlo.
Se jubilaría haciendo eso.
Y esta era la cosa 1. Luego te la hilaré con la cosa 2.
Cosa 2:
Esta semana he leído un estudio que me maravilló.
Aunque yo lo acabe de leer, no era nuevo, ni mucho menos.
Del año 2008.
Demostraba que muchas personas tratan a su “yo del futuro” como si fuera un extraño.
Decían que, por lo general, tu cerebro lo procesa (a tu “yo del futuro”) como a un desconocido.
Y por lo tanto, no te preocupas por él..
Lo descuidas.
Nada tiene que ver aquí que el sujeto tenga o no tenga estudios.
Tenga o no tenga dinero.
Sea más o menos inteligente.
La mayoría tenía los mismos patrones.
Y más flipante aún.
El estudio se hizo con resonancias cerebrales.
Algunos participantes ni siquiera activaban las zonas del cerebro asociadas al pensamiento personal cuando imaginaban su vida futura.
Existen varias razones.
Una de las que más fuerza tiene, es que nos han metido en la cabeza que ese yo del futuro será más fuerte.
Se cuidará más.
Será más productivo.
Será más… de todo.
Y tu “yo presente” no lo soporta.
No soporta esa perfección.
Porque ese, no eres tú.
Otra teoría es que muchas personas imaginan un futuro idealizado.
Creen que mañana tendrán más energía,
más tiempo o más ganas.
Así que aplazan tareas o decisiones difíciles creyendo que el "mañana" será mágico.
Spoiler.
Casi nunca lo es.
Esto podría explicar porqué hay tanta gente que fuma, bebe, gastan, comen mal, no ahorran…
Y hasta aquí la cosa 2.
Ahora,
¿te has sentido más identificado con nuestro amigo el lutier o con los del estudio?
Poca gente tiene la suerte del lutier.
No me malinterpretes.
Considero que se lo ha currado mucho en la vida.
Me refiero a tener la suerte de haber hecho de su pasión, su negocio sin quemar la pasión.
Ole sus huevos.
Pero la gran mayoría de los humanos del primer mundo, no van a trabajar por placer.
Sino por necesidad.
Y la inmensa mayoría, dejaría su trabajo si su economía se lo permitiera.
¿Tu economía no te permite dejar de trabajar ahora?
¿Y a tu “yo del futuro”? ¿Se lo permitirá?
Mira,
En algunos emails hemos hablado de la libertad financiera.
No te compliques.
Imagínate que empiezas a gestionar tu dinero con muy poco esfuerzo.
Y eso te permite jubilarte tan solo 5 años antes de la edad de jubilación.
La que sea que marque el gobierno cuando te toque.
¿Suena bien, no?
Tendrías 5 años extra para hacer lo que te saliera de las pelotas.
1.825 días que hoy no tienes, puede tenerlos tu yo del futuro.
Para eso, debes aprender a apreciar a esa persona.
Porque, amigo, eres tú.
Más viejo.
Seguramente con más canas y arrugas.
Pero eres TÚ aunque tu cerebro no lo entienda.
Obviar esto, solo sirve para sentir arrepentimiento en el futuro.
Y, da igual cuántos años tengas hoy, mañana estás más cerca de tu “yo del futuro”.
Así que, si quieres empezar, ya sabes, pincha en el 1r enlace de aquí abajo:
Que tengas una feliz semana.
P.D.: He dicho 5 años. Pero pueden ser 3, 7, o 30. Dependerá de cuándo empieces y cómo lo hagas.
P.D.2.: Empieza cuanto antes mejor. Hoy es mejor que mañana.
P.D.3.: HOY mejor que mañana.
Próximos eventos
Reunión BCE: 05 junio
Decisión de tipos de interés de la Fed: 18 de junio
Cumbre de la OTAN: 24-26 junio.